“De un mundo siniestro a un mundo singular”
Esta obra se encuentra en la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén.
2023
Óleo sobre lienzo.
100 x 80 cm.
Dedicado a los mineros de Almadén.
Es un homenaje a los mineros de Almadén, con el objetivo de recuperar el valor de su grandeza, por lo que la configuración de esta obra está realizada mediante la evocación de los espacios singulares, a través de la representación de una de sus galerías y hurtos de la mina de Almadén, desde la que han ido realizando su actividad, de los cuales diecisiete mineros regresan de nuevo desde el universo, siendo once mineros forzados y seis mineros libres asalariados. Dichos personajes son singulares, aparecen en el cuadro engrandecidos en su deformación, debido a los efectos del vapor de mercurio que les producía un quebrantamiento de su salud, un temblor y un deterioro orgánico del sistema nervioso central causando la enfermedad de hidrargirismo o mercurialismo.
El vapor de mercurio, la humedad que sufrían se encuentran plasmados en esta pintura en el suelo, expandido desde el universo bajo sus pies, en sus ropajes, presentes en el escaso aire que todo lo envuelve y circunda, creando una atmósfera y ambiente en diferentes planos que logre trascender al receptor y poder captar esta realidad. Toda una gama de azules representado en el plano inferior, en el plano medio y superior se encuentran las paredes, hurtos donde extraían el mineral de cinabrio y minerales asociados en los que el bermellón es el color luz, el color madre, el protagonista y base de toda la paleta de color, pues en estado puro se le ha denominado así incluso al cinabrio y tan presente a lo largo de la historia con una connotación especial como fue en el caso de la antigua Roma y en otras civilizaciones, con el Polvo para bendecir que era usado en los sepelios y funerales, se rociaba encima del ataúd o para bendecir a los difuntos y que éstos pudieron alcanzar el cielo, al igual que en Roma se centró su utilización en sus pinturas, murales y cosmética. El descubrimiento del cinabrio mineral cambió la vida de las antiguas civilizaciones y se convirtió en una roca de gran importancia en el arte y la industria.
Los minerales asociados con el cinabrio son numerosos y sus colores son coincidentes con los que se determinaron para el establecimiento de las diferentes categorías de presos en los campos de concentración: el amarillo para los judíos, el rojo para los políticos, el verde para los criminales y el rosa lo adjudicaron a los que denominaron homosexuales. Todos estos colores han formado también parte del diseño cromático de este cuadro.
El rojo se encuentra presente también en la vestimenta de los forzados desde el siglo XVII para distinguirlos de los mineros asalariados y evitar su fuga, con ropas de paño rojo, aunque en esta pintura se encuentran con un ropaje pegado a su piel, exaltando sus cuerpos, configurando colosos, aunque distorsionados de alguna forma, mostrando su magnificencia en su gestos y expresiones.
La estructuración espacial quiere trascender lo puramente físico, hacia lo infinito, lo invisible, lo indeterminado, lo oculto desde el propio universo figurado frente a lo conocido, lo cercano, lo material en la personificación, rememoración y reconocimiento de la singularidad de la mina, mineros y forzados, para ello la creación de un punto de fuga que parte desde el fondo, en la entrada al túnel desde el universo y reforzada dicha perspectiva mediante diferentes elementos que van dirigidos a la misma dirección del punto de fuga.
La conformación de las diferentes partes de la obra se encuentran en función de crear una experiencia estética en que la materialización de la realidad representada involucre la mirada del espectador, tanto en su estilo como arte figurativo, su iconografía, iconología, paleta de colores, estructuración, perspectiva aérea y atmósfera y su perspectiva cónica están relacionadas e imbricadas mediante metáforas visuales para transmitir y hacer visible con una epopeya visual las hazañas de estos personajes heroicos que en condiciones laborales infrahumanas han dejado cada uno parte de su cuerpo, de su salud y de su vida, con el sudor de su esfuerzo titánico, en la que cada gota cuenta como factor indispensable para la eliminación y liberación de la toxicidad del mercurio extraído del cinabrio de las entrañas de la mina, representado en esta obra al fondo del túnel, entrada desde el universo por el que regresan los mineros y forzados para hacerse visibles y mostrarse ante el mundo como héroes y humanos por medio de su actitud corporal expresando la fatiga, penalidad sufrida, el esfuerzo valeroso, la grandiosa tarea de titanes en la que estos protagonistas desarrollan su épica, que como buenos titanes han estado subyugados en su destino, encarcelados en el Tártaro, en la región más profunda del inframundo, la mina.
Para contactar con la artista Isabel León Ramos, puede escribirle un mensaje directo a través de su cuenta de Instagram: @isabelleonramos